Entradas

Mostrando entradas de junio, 2014

Paz

Una sola palabra para demostrarte que no es más que un recuerdo olvidado, que exprese un desenfreno de imaginación, que al decirla entiendas por completo la negrura en la que caíste dentro de mi mente. Una vocal tras una consonante seguida de un acento y rematar con una vocal, modificando tu manera de pensar, para que no pienses más en un posible regreso al empinado momento de la gloria. Sintiendo un profundo filo cortando tejidos imaginarios y un poco de cabellos al terminar, un susurro que sea más poderoso que un huracán. Cayendo sobre tus oídos en una noche de lluvia sin luna. Donde las nubes te hagan sentir más a placer, más contenta, más camuflada del mundo en pistola automática, un lugar cálido y húmedo, donde tus zapatillas pisen lodo sin resbalarse, que no tambaleen en cada paso. Que sigan andando con las piernas firmes y musculosas que te pertenecen. Piernas que se explotaron con el respeto de un arqueólogo a una pieza antigua. Clímax divino que hizo temblar el templo, dónde

¿Vendrás?

Ven. Un año, un mes, un día o un verano. Ponte cerca. Un metro, un centímetro, un milímetro o un kilómetro. Angosto. Más difuso, más confuso, más extraviado. Girando. Como en los parques en esos días de fin de año. Cayendo. Por el precipicio encadenado a tu tobillo y el mio. Distanciados. Por el cielo y las estrellas entre tus venas. Desconocidos. Como dos niños que no saben de penas. Espejos. De la realidad subjetiva de tu otra mente. Ilusos. Rompiendo la porcelana de tu sonrisa. Callejeros. Conociendo a quien se pueda cuando Dios quiera. Desorientados. Sin rumbo como si no pasaran los años. Adiós. Aunque no me da ganas de terminar la canción. Volviste. Muy tarde, ya me perdiste.