Todos Vuelven...

Déjà vu

Es un día muy parecido al que cuando empecé a hacer blog. Hay gente extraña en mi sala, el aburrimiento es grande, y pienso en alguien. Si pues, es muy parecido.

Hay veces que uno no puede predecir lo que va a pasar hoy por la noche, en las que no tienes un plan y puede suceder de todo: conocer gente, salir, quedarte en casa y hablar con personas vía internet, el maravilloso internet. 

Las cosas que pueden suceder en una noche impensada, pueden marcar tu vida y dirigirla a otra dirección, como diría Raphael: "Puede ser mi gran noche", y ahora mi vida sabe algo que no conocía. Es grandioso.

Como aquella vez que tropecé hace algunos años, pensé que había aprendido la lección, pero aquí sigo cometiendo los mismos errores que antaño. Tienen razón al decir que los humanos somos una especie sin memoria, aunque tal vez ese error no marcó tanto en mi como el de ahora; por eso no recuerdo mucho.

Momento de ponerme los jeans y salir a caminar, sin lugar fijo de destino; simplemente salir y disfrutar de todo lo que una ciudad me puede ofrecer. La gente extraña no me agrada mucho, mucho menos si no son de mi edad, no hay de que hablar;  es una tortura cuando te dejan a solas con un extraño de mayor edad y para colmo es de tu mismo género, pero para rematar tu estás con bermudas y con el aire más juvenil que nunca. 

Batería del celular cargada, creo que es hora de irme, poner los auriculares que fallan a cada paso (demonios! recuerdo que mis audífonos buenos los tiene ella)... (Claro! si es que los sigue teniendo y no los botó al río o se le olvidó en algún lugar debido a lo distraída que es.) Me gustaba la forma en que era distraída. Nunca pude usarlo a mi favor, tengo algo de moral.

Los ánimos de componer y tocar guitarra volverán luego de una caminata por la ciudad, que me lleve a dónde desee el ritmo y la batería de cada canción que escuche. Que me diga dónde bajar, que calles caminar y que comer. Me gustaría mucho más compartir esto con alguien más, pero los audífonos sólo son para uno. 

Llaves, celular, papel higiénico, billetera y abrigo. Es hora de partir, espero no regresar pronto.

No quiero volver a vivir situaciones así, no quiero sentir éste déjà vu. Quiero escapar, caminar y que mi mente se ponga en blanco para ahora si, escribir una nueva historia. Una nueva historia en la que tú no estés presente en cada hoja, una nueva historia en la que tú sólo seas un apartado para leer, una nueva historia en la que tú seas parte a partir del quinto o sexto capítulo. Una historia que tenga mucho más que contar, antes de que tú vuelvas.


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