Reset...

Volviendo


Es una mañana algo rara. Empecé el día viendo el triunfo de Roger Federer, me alisté y vine a la universidad. Diablos, es verano, se supone que debería estar durmiendo. Debería.

El lugar ofrece una calma nunca antes experimentada por éste idiota... todo es callado, alcanzo a escuchar el sonido de las aves, el cielo nublado, todo es malditamente perfecto y no tengo excusas, el día se puede poner mejor.

Adoro los días nublados y los días miércoles, es decir, una combinación perfecta que se da en perfecta armonía y sincronía para que yo, y cualquier mortal, podamos disfrutarlo. Tal vez hay otras personas, descendientes del mono como yo, que disfrutan de días así.

A lo largo de mi vida las mejores cosas, en su mayoría, pasaron un miércoles. Son tantas que ya para qué contar. Se supone que los miércoles son como un sabbath para mi, no hay casi nada que importe y sólo quiero sentirme conectado con la naturaleza, algo así como un hippie pero sin drogas de por medio. Deseo cabello largo.

La mano zurda me molesta desde hace varios días desde que dormí con la cabeza encima de ella y como que se entumeció. Empiezo a pensar que es algo diferente y tendré que moverla para acomodarla otra vez... Ahí está el *crock* que tanto esperaba.

Sería algo injusto tener que decir que hace algo de frío, es el único elemento de toda la combinación que me molesta. Últimamente me he olvidado de escribir algo para el blog, no sé, es un efecto de primerizo supongo. Cuando estoy a punto de escribir en el computador me distraigo y no hago casi nada lo que vine. Así que haré lo siguiente: La siguiente, la próxima no QUERRÉ escribir un blog y entonces, cuando me siente, lo haré.

Si claro, como soy un hombre muy trabajador...

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