Caminante en descanso...

El viento y yo

Llego tarde a clases. Por la forma en que dormí creo que será un buen día. Las palomas vuelan y cagan en todas partes; es un martes bonito, pero sin novedad.

Me gusta más el estadio cuando está lleno de gente para ver un partido de fútbol; tan callado, parece que no tuviera alma. La gente le da alma y vida al estadio a todas las cosas del planeta. Es agradable estar sólo a 50 minutos a la redonda, se siente tan bien. La soledad cae bien cuando no deseas ver gente por diferentes motivos. 

Hay que tomarse las cosas con calma, como cuando con un dolor muscular de la cagada tuve que ceder mi asiento a una abuela, o como cuando en la última semana de clases saqué un 8 que me sepultaba, pero ahí se solucionó con 50 soles. Viva el Perú, mas no su corrupción. Me creo corruptible de alguna forma.

La música relajante es la mejor para las mañanas los hits de The Beatles y Jimi Hendrix me llenan de calma. Demonios que cool es despertar con "Here Comes The Sun". Un fanático de la música de los 60's escribiendo.

Que bonito clima, todo despejado y el radiante sol en plena subida. La sombra cae perfectamente sobre mi y me ayuda a escribir.

Siendo honestos, la universidad parece vacía cuando me pongo los audífonos, no existe nadie. Escribo para todos, para todos que se sientan igual con su música.

Me gusta mirar al cielo, es tan hipnotizante cuando tiene tiene un sólo color: uniforme y sin degrades. Recuerdo a las personas que puedan estar ahí. Si así fueran todos los días sería genial: la música, el clima, las palomas, el cielo y el tardón contemplando todo eso. Pero,  ¿saben algo? mejor me lo reservo para los días que se lo merezcan, para esos días que empezaron con una buena noche anterior.

Creo que es momento de dejar descansar el teclado, es hora de entrar a clases. Tuve buena dosis de música.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Inexplicablemente Inolvidable

Espacio Blanco

Las molestias del mañana se avecinan